Cuando pienso en la resistencia de una encimera de cuarzo, lo primero que me viene a la mente es su capacidad para soportar los rigores del uso diario en la cocina. Este material composite, compuesto por un 93% de cuarzo natural y un 7% de resina, es conocido por su durabilidad. Sin embargo, aunque es bastante resistente, no es indestructible. Por ejemplo, un golpe muy fuerte con un objeto pesado podría dejar una marca o incluso agrietar la superficie, algo que depende del ángulo y fuerza del impacto. Hay que recordar que aunque las encimeras de cuarzo son robustas, no están hechas de adamantium. En pruebas de laboratorio, se ha mostrado que resisten hasta 150 MPa (megapascales) de presión, lo cual es bastante impresionante pero no ilimitado.
La textura de la encimera cuarzo es asimismo un aspecto a considerar. A diferencia del granito o el mármol, que también son populares en las cocinas, el cuarzo por su composición es no poroso, lo que lo hace más apto para resistir manchas. Por esta razón frecuentemente gana popularidad en el mercado por sus bajos requisitos de mantenimiento. De hecho, según un informe de la National Kitchen & Bath Association, el cuarzo ha superado al granito en popularidad, alcanzando el 46% del mercado en superficies de cocina.
He escuchado testimonios de usuarios que confirman su satisfacción tras muchos años de uso, indicando que más allá de algún rasguño leve por uso indebido, el cuarzo ha mantenido su apariencia impecable. Sin embargo, conozco un caso, el de Marta, mi vecina, que al dejar caer una pesada olla justo en el borde, terminó con una pequeña astilla en su encimera. Algo así puede suceder, especialmente en los bordes, que son más vulnerables a impactos directos.
Otra ventaja de este material es su resistencia a altas temperaturas, aunque dentro de ciertos límites. Por ejemplo, si colocas una olla recién sacada del fuego directamente sobre la superficie, podría aguantar sin problemas temperaturas de hasta 150 grados Celsius. Pero por si acaso, siempre es mejor usar un soporte para asegurar su longevidad. Según Cosentino, una de las principales fabricantes de encimeras, recomiendan evitar ejercer temperaturas extremas sobre el material para no perjudicar la resina aglutinante.
En cuanto al costo, el cuarzo tiene una relación calidad-precio bastante adecuada. Pienso que es una inversión sensata si consideramos su durabilidad, facilidad de mantenimiento y atractivo visual. El precio puede oscilar entre 300 y 600 euros por metro cuadrado, dependiendo del diseño y grosor, algo que, a la larga, es compensado con menos preocupaciones por daños comunes. Comprar una de estas encimeras es como adquirir un seguro para tu cocina, convirtiéndose en una aliada en el día a día culinario.